Adiós a los abdominales tradicionales!
Me acerqué a esta técnica doce años atrás con la intención de rehabilitar mi piso pélvico luego de haber tenido mi primer parto. En ese momento yo tenía un alto rendimiento físico, estaba entrenando y bailando tres veces a la semana en Buenos Aires, y aún así, no podía volver a recuperar el tono de mi piso pélvico y abdominal. Había quedado con una diastasis y tenía pérdidas de pis. Mi panza sobresalía y no conseguía volver a recuperar la fuerza abdominal. Entrenando dos veces por semana, luego de dos meses, no sólo pude volver a recuperar la fuerza y contención abdominal, sino que pude sentir una sensación de contención y de estabilidad que nunca antes lo había registrado. Y ni hablar de mi postura! Sin esfuerzo, podía mantener mi eje corporal, me sentía erguida sin tener que pensar en ello.
- ¿Cómo es posible que un método sea tan eficaz en tan poco tiempo?
- ¡Mucho más que abdominales!
- Un poquito de teoría
Desde que conocí esta técnica, he podido comprobar su eficacia: todos mis alumnos que la han practicado registraron cambios significativos en su cuerpo. Son ejercicios abdominales? No, pero se trabaja de manera directa la estructura de la faja abdominal, nuestro core. No solamente son los abdominales lo que ejercitamos. La base de esta técnica tiene su origen en una práctica de yoga: uddiyana bandha. Son ejercicios respiratorios y posturales que activan varios sistemas de nuestro cuerpo: sistema respiratorio, cardíaco, muscular, fáscico y hormonal.
Esta técnica fue creada para rehabilitar el piso pélvico de las mujeres en su etapa de post parto, pero luego fue evolucionando y se adaptó al ámbito del fitness y al rendimiento deportivo. Al trabajar la faja abdominal, después de dos meses se consigue un importante efecto estético, ya que se reduce hasta un 8% el perímetro de la cintura. Eso significa, que la faja abdominal pudo recuperar su función principal, que es la de sostener los órganos internos, manteniéndolos en su sitio en cualquier momento y reaccionando con una contracción ante cualquier tipo de esfuerzo.
Sabías que las actividades cotidianas y deportivas (ir a bicicleta, correr, nadar,…) aumentan la presión abdominal? Esto genera un empuje de los órganos internos hacia abajo, y si nuestra estructura abdominal y perineal no tiene un buen tono, vamos a correr el riesgo de que lastimemos nuestros tejidos y que otras funciones como la micción o la función sexual no trabajen de forma correcta. La práctica de Low Pressure Fitness logra generar una disminución de la presión interna de nuestro abdomen mediante una espiración forzada, bloqueando las vías respiratorias a la vez que se abren las costillas. Este efecto de succión permite recuperar la tonicidad de este centro de control y de sostén de todo el cuerpo que es la faja abdominal y el suelo pélvico. Ya en la primera sesión notarás la sensación de contención, sostén.